Ahorra energía: 5 consejos para economizar energéticamente en el hogar

Descubra los mejores consejos para lograr relevantes ahorros económicos en su recibo de luz y gas

Sin duda, la crisis sanitaria del COVID-19 ha tenido un gran encontronazo en el consumo de electricidad de todas las viviendas españolas, ya que la mayoría de las personas se han confinado en sus hogares para evadir la propagación de infecciones. Según datos proporcionados por la OCU -Organización de Consumidores y Usuarios-, el consumo eléctrico en los hogares aumentó casi un 30% durante el período de encierro.

Una cifra bastante elevada que no sorprende a nadie, ya que al pasar tanto tiempo en casa, lo más habitual es que el coste de la luz y el gas aumente considerablemente. Para evitar tener que lidiar con recibos excesivamente caros, es mejor practicar algunos consejos para ahorrar energía en casa. De esta forma, se puede reducir significativamente el consumo de energía de los hogares.

Sin embargo, el ahorro de energía no solo repercute en la caída de las facturas de electricidad, sino también en el impacto medioambiental de los hogares. Por ello, te recomendamos que sigas las recomendaciones para ahorrar energía en casa, que analizaremos a continuación.

Consejos para reducir el consumo energético en los hogares

Como se mencionó anteriormente, el período de bloqueo ha resultado en un aumento significativo de las facturas de luz y gas de los hogares españoles, por lo que existe una necesidad creciente de intentar reducir el gasto de los consumidores en energía en los hogares. Pero, ¿puede ahorrar energía en casa y obtener resultados en las facturas a fin de mes?

Si bien puede parecer una tarea complicada, la realidad es que puede ahorrar energía en casa siguiendo unos sencillos consejos. Por supuesto, la clave de estos consejos es la perseverancia por parte de las personas, ya que deben practicarse con regularidad para ahorrar en las facturas de luz y gas.

1. Mantener la caldera correctamente

Según diferentes estudios, lo más adecuado es revisar la caldera cada cinco años -al menos-, ya que es la única forma de garantizar su correcto funcionamiento y eficiencia. Las personas que no siguen estas pautas suelen tener problemas con las calderas, lo que puede acabar creando un coste económico importante.

A su vez, el control regular del mantenimiento de la caldera es una tarea muy importante, pero del mismo modo, las personas también deben hacerse cargo de la inspección del radiador. Es decir, antes del invierno es necesario purgarlos y verificar su estado, si es necesario remediar una falla.

2. Ajuste el termostato a los grados apropiados

Ajustar la temperatura de la casa no es fácil, ya que es bastante difícil llegar a un acuerdo con todos los inquilinos de la misma. Para evitar problemas al respecto, los profesionales recomiendan mantener la temperatura en la casa entre 20 y 23 grados durante la temporada de invierno y entre 22 y 25 grados durante los meses de verano.

3. Ventilar con la calefacción apagada

Otro consejo que ayuda a reducir el consumo de energía tiene que ver con la ventilación de la casa, que debe hacerse antes de encender la calefacción. Para renovar completamente el aire en las habitaciones, solo se necesita abrir las ventanas durante unos diez minutos por la mañana.

4. Elegir un aire acondicionado eficiente

Hoy en día, todos los electrodomésticos vienen con una etiqueta de identificación que muestra el grado de eficiencia energética, por lo que antes de comprar uno es muy importante prestar atención a este detalle: la letra A, acompañada de «+» y el color verde son indicativos de un aparato de bajo consumo energético. Según los expertos, los dispositivos eficientes con un indicador A +++ pueden generar ahorros de energía del 40%.

5. Evite encender el aire acondicionado o la calefacción por la noche

Por último, los expertos también aconsejan apagar los sistemas climáticos por la noche para ahorrar energía en casa. Un truco muy sencillo que puede reducir muchas horas de consumo energético. Además, en el caso del aire acondicionado, no es práctico dormir con él porque daña gravemente la salud: seca las mucosas, adormece las articulaciones, etc.